Su nombre científico es Thunnus alalunga, aunque la denominación comercial es bonito del norte, atún blanco o albacora.
Vive en el océano, a unos 100 metros de profundidad, pero durante su migración se acerca a la Península por el noroeste, dividiéndose en dos ramas, una se desplaza hacia el Mediterráneo y la otra recorre durante la primavera y el verano la costa cantábrica.
La costera del bonito es de las más representativas de la actividad pesquera en Burela.
Se pesca de modo artesanal mediante la técnica conocida como á cacea.
Esta técnica consite en remolcar sobre la superficie del mar una serie de líneas de hilo sobre las que cuelga un anzuelo y un cebo artificial.
El cebo artificial se construye a bordo con hojas de maíz blanqueadas con lejía o con cintas de colores, especialmente rojas, azules, amarillas y verdes.
Las líneas de hilo cuelgan de cuatro varas que a menudo son elaboradas a partir de ramas de eucalipto. Suelen ser de una longitud entre siete y doce metros.
Durante la faena de pesca, las varas se disponen abiertas en forma de abanico. El barco se desplaza a una velocidad de cinco nudos/hora, desplazando los cebos artificiales sumergidos a una profundidad de diez centímetros.
Una vez que el bonito queda atrapado en el cebo, los pescadores lo halan para acercarlo al barco y poder pincharlo con una lanza denominada bicheiro para así subirlo a bordo.
La costera del bonito se lleva a cabo entre los meses de junio y octubre. Las mejores horas para pescarlo son las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde.
Disposición de las varas y líneas.
Fuente: Eiroa del Río, Francisco (2002). A pesca profesional e a súa técnica.